APÉNDICE I: LOS CANDADOS Y LAS LLAVES DE LA
ORACIÓN EFICAZ
La oración del justo es poderosa y eficaz. (Santiago 5:16 NVI)
Diez candados que obstruyen la oración
1. Orar sin conocer a Dios a través de Jesús.
Juan 14:6: Jesús dijo: "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie
viene al Padre sino por mí".
2. Orar con un corazón sin arrepentimiento.
Salmo 66:18-19 NVI: "Si en mi corazón hubiera yo abrigado maldad,
el Señor no me habría escuchado; pero Dios sí me ha escuchado, ha
atendido a la voz de mi plegaria".
3. Orar para hacer alarde.
Mateo 6:5: "Y cuando oréis, no seáis como los hipócritas; porque a
ellos les gusta ponerse en pie y orar en las sinagogas y en las
esquinas de las calles, para ser vistos por los hombres. En verdad os
digo que ya han recibido su recompensa".
4. Orar en forma repetitiva, con palabras vacías.
Mateo 6:7-8: "Y al orar, no uséis repeticiones sin sentido, como los
gentiles, porque ellos se imaginan que serán oídos por su
palabrería. Por tanto, no os hagáis semejantes a ellos; porque
vuestro Padre sabe lo que necesitáis antes que vosotros le pidáis".
5. Oraciones que no se hacen.
Santiago 4:2: "No tenéis, porque no pedís".
6. Orar con un corazón concupiscente.
Santiago 4:3: "Pedís y no recibís, porque pedís con malos
propósitos, para gastarlo en vuestros placeres".
7. Orar mientras maltratas a tu cónyuge.
1 Pedro 3.7: "Y vosotros, maridos, igualmente, convivid de manera
comprensiva con vuestras mujeres [...] dándole honor como a
coheredera de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no
sean estorbadas".
8. Orar mientras ignoras a los pobres.
Proverbios 21:13: "El que cierra su oído al clamor del pobre, también
él clamará y no recibirá respuesta".
9. Orar con amargura en el corazón hacia alguien.
Marcos 11:25-26: "Y cuando estéis orando, perdonad si tenéis algo
contra alguien, para que también vuestro Padre que está en los
cielos os perdone vuestras transgresiones. Pero si vosotros no
perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos perdonará
vuestras transgresiones".
10. Orar con un corazón sin fe.
Santiago 1:6-8: "Pero que pida con fe, sin dudar; porque el que duda
es semejante a la ola del mar, impulsada por el viento y echada de
una parte a otra. No piense, pues, ese hombre, que recibirá cosa
alguna del Señor, siendo hombre de doble ánimo, inestable en
todos sus caminos".
Diez llaves de la oración eficaz
1. Orar pidiendo, buscando y llamando.
Mateo 7:7-8, 11: "Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se
os abrirá. Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al
que llama, se le abrirá [...] Pues si vosotros, siendo malos, sabéis
dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que
está en los cielos dará cosas buenas a los que le piden?"
2. Orar con fe.
Marcos 11:24: "Por eso os digo que todas las cosas por las que oréis y
pidáis, creed que ya las habéis recibido, y os serán concedidas".
3. Orar en secreto.
El desafío del amor
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Mateo 6:6: "Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cuando
hayas cerrado la puerta, ora a tu Padre que está en secreto, y tu
Padre, que ve en lo secreto, te recompensará".
4. Orar de acuerdo a la voluntad de Dios.
1 Juan 5:14: "Y esta es la confianza que tenemos delante de Él, que si
pedimos cualquier cosa conforme a su voluntad, El nos oye".
5. Orar en el nombre de Jesús.
Juan 14:13-14: "Y todo lo que pidáis en mi nombre, lo haré, para que
el Padre sea glorificado en el Hijo. Si me pedís algo en mi nombre,
yo lo haré".
6. Orar junto con otros creyentes.
Mateo 18:19-20: "Además os digo, que si dos de vosotros se ponen
de acuerdo sobre cualquier cosa que pidan aquí en la tierra, les será
hecho por mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos
o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos".
7. Orar con ayuno.
Hechos 14:23: "Después que les designaron ancianos en cada
iglesia, habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Señor en
quien habían creído".
8. Orar con una vida de obediencia.
1 Juan 3:21-22: "Amados, si nuestro corazón no nos condena,
confianza tenemos delante de Dios; y todo lo que pidamos lo
recibimos de Él, porque guardamos sus mandamientos y hacemos
las cosas que son agradables delante de Él".
9. Orar permaneciendo en Cristo y en su Palabra.
Juan 15:7: "Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en
vosotros, pedid lo que queráis y os será hecho".
10. Orar deleitándose en el Señor.
Salmo 37:4: "Pon tu delicia en el Señor, y Él te dará las peticiones
de tu corazón".
Un resumen de los candados y las llaves de la oración
1. Tu relación con Dios debe estar en orden.
2. Tu relación con las demás personas debe estar en orden.
3. Tu corazón debe estar en orden.
El desafío del amor
APÉNDICE II: 20 PREGUNTAS PARA TU CÓNYUGE
En una cita o durante una conversación privada, intenta usar las
siguientes preguntas para descubrir más sobre el ser interior de tu
cónyuge. Permite que surjan preguntas adicionales que quizá
quieran explorar, pero mantengan buen ánimo y una actitud
positiva. Escucha en vez de hablar.
Preguntas personales
1. ¿Cuál es tu mayor esperanza o sueño?
2. ¿Qué disfrutas más de tu vida en este momento?
3. ¿Qué disfrutas menos de tu vida en este momento?
4. ¿Cuál sería el trabajo de tus sueños si pudieras hacer algo que
te gusta y que te pagaran por ello?
5. ¿Qué has querido hacer siempre pero todavía no se te ha dado
la oportunidad?
6. ¿Qué tres sueños te gustaría cumplir antes de que termine el
año próximo?
7. ¿Con quién te sientes más "seguro"? ¿Por qué?
8. Si pudieras almorzar con cualquier persona del mundo, ¿con
quién sería y por qué?
9. ¿Cuándo fue la última vez que te sentiste rebosante de alegría?
10. Si tuvieras que regalar un millón de dólares, ¿a quién se lo
darías?
Preguntas matrimoniales
1. ¿Qué tres cosas que yo hago te gustan mucho?
2. ¿Qué tres cosas que yo hago te sacan de quicio?
3. En el pasado, ¿qué he hecho para hacerte sentir amado?
4. ¿Qué te ha hecho sentir ignorado?
5. ¿En qué tres puntos puedo mejorar?
6. De los siguientes ítems, ¿qué te haría sentir más amado?
Que te masajee y acaricie durante una hora.
Sentarnos y hablar durante una hora sobre tu tema
preferido.
Contratar a alguien para ayudarte en la casa una tarde.
Recibir un regalo especial.
Escuchar cuánto te aprecio.
7. ¿Qué te gustaría poder borrar de todo lo que ha sucedido en el
pasado?
8. ¿Cuál es la próxima decisión importante que crees que Dios
quiere que tomemos como pareja?
9. ¿Cómo te gustaría que fuera tu vida dentro de cinco años?
10. ¿Qué palabras te gustaría escuchar de mi boca más a menudo?
Ofrece aliento y un oído que escuche. No permitas que esto se
transforme en una discusión ni en un momento para criticar. Que
sea un momento para que tu cónyuge se exprese.
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APENDICE III: LA PALABRA DE DIOS EN MI VIDA
Que esta proclama te ayude a acercarte bien a la Palabra de Dios.
La Biblia es la Palabra de Dios.
Es santa, infalible y tiene toda autoridad. (Proverbios 30:5-
6, Juan 17:17, Salmo 119:89)
Es útil para enseñar, para reprender, para corregir y para
instruirme en justicia. (2 Timoteo 3:16)
Me hace madurar y me prepara para estar listo para toda
buena obra. (2 Timoteo 3:17)
Es una lámpara a mis pies y una luz para mi camino. (Salmo
119:105)
Me hace más sabio que mis enemigos. (Salmo 119:97-100)
Me trae estabilidad durante las tormentas de la vida.
(Mateo 7:24-27)
Si creo en su verdad, seré libre. (Juan 8:32)
Si la atesoro en mi corazón, estaré protegido en tiempos de
tentación. (Salmo 119:11)
Si permanezco en ella, me transformaré en un verdadero
discípulo. (Juan 8:31)
Si medito en ella, tendré éxito. (Josué 1:8)
Si la guardo, seré recompensado y mi amor será
perfeccionado. (Salmo 19:7-11,1 Juan 2:5)
Es la Palabra viva, poderosa y perspicaz de Dios. (Hebreos
4:12)
Es la espada del Espíritu. (Efesios 6:17)
Es más dulce que la miel y más deseable que el oro. (Salmo
19:10)
Es indestructible y está firme en los cielos. (2 Corintios 13:7-
8, Salmo 119:89)
Es completamente cierta y no tiene error. (Juan 17:17, Tito
1:2)
Es completamente veraz con respecto a Dios. (Romanos 3:4,
Romanos 16:25,27, Colosenses 1)
Es completamente veraz con respecto al hombre. (Jeremías
17:9, Salmo 8-4-6)
Es completamente veraz con respecto al pecado. (Romanos
3:23)
Es completamente veraz con respecto a la salvación.
(Hechos 4:12, Romanos 10:9)
Es completamente veraz con respecto al cielo y al infierno.
(Apocalipsis 21:8, Salmo 119:89)
Señor, abre mis ojos para que pueda ver la verdad, y mis oídos para
que pueda escucharla.
Abre mi corazón para recibirla por fe.
Renueva mi mente para conservarla en esperanza.
Doblega mi voluntad para que pueda vivirla con amor.
Recuérdame que soy responsable cuando la escucho.
Ayúdame a desear obedecer lo que dices en ella.
Transforma mi vida para poder conocerla.
Carga mi corazón para poder comunicarla.
Habla ahora, Señor.
Dame pasión para conocer y seguir tu voluntad.
Nada más. Nada menos.
Copyright © 2008 / por Michael Catt, Stephen Kendrick y Alex
Kendrick Todos los derechos reservados
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APÉNDICE IV: GUÍA TU CORAZÓN
¿Qué es el corazón?
Tu identidad. El corazón es la parte más importante de ti. Es el
centro de tu ser, en donde reside tu "verdadera identidad", "El
corazón del hombre refleja al hombre" (Proverbios 27:19). Como
una persona "piensa dentro de sí, así es" (Proverbios 23:7).
Tu centro. Como tu corazón físico se encuentra en el centro de tu
cuerpo y envía sangre vigorizante a toda célula viva, la palabra
"corazón" se ha usado durante siglos para describir el núcleo en
donde se generan todos tus pensamientos, tus creencias, tus
valores, tus motivaciones y tus convicciones.
Tu cuartel general Tu corazón es "la casa de gobierno" de tus
operaciones. Entonces, la dirección de tu corazón tiene un impacto
en cada área de tu vida.
¿Qué tiene de malo seguir mi corazón?
Es insensato. El mundo dice: "¡Sigue tu corazón!" Es la filosofía de
los gurús de la nueva era, de los seminarios de autoayuda y de las
canciones románticas del pop. Como parece tan romántico y tan
noble, vende millones de discos y de libros. El problema es que
seguir tu corazón en general significa hacer cualquier cosa que te
parezca bien en el momento, esté bien o no. Significa echar por la
borda toda precaución y conciencia y perseguir tus últimos
caprichos y deseos sin importar lo que digan la lógica y el consejo.
La Biblia dice: "El que confía en su propio corazón es un necio,
pero el que anda con sabiduría será librado" (Proverbios 28:26).
Es inconstante. Las personas olvidan que los sentimientos y las
emociones son superficiales, volubles e inconstantes. Pueden
fluctuar según las circunstancias. En el intento de seguir su
corazón, hay personas que han abandonado sus trabajos para
recuperar una pésima banda musical de garaje, han perdido los
ahorros de su vida por encapricharse con las carreras de caballos, o
han dejado a su compañero de toda la vida para perseguir a un
colega de trabajo atractivo que ya se había casado dos veces. Lo que
parece correcto en el auge de los dulces sentimientos a menudo
resulta ser un error amargo unos años más tarde. Esta filosofía
egoísta también es la fuente de un sinnúmero de divorcios. Lleva a
muchos a dejar de lado sus compromisos para toda la vida porque
ya no se "sienten enamorados".
Es corrupto. La verdad es que nuestros corazones son, en esencia,
egoístas y pecadores. La Biblia dice: "Más engañoso que todo, es el
corazón, y sin remedio; ¿quién lo comprenderá?" (Jeremías 17:9).
Jesús dijo: "Porque del corazón provienen malos pensamientos,
homicidios, adulterios, fornicaciones, robos, falsos testimonios y
calumnias" (Mateo 15:19). A menos que Dios cambie de verdad
nuestros corazones, seguirán eligiendo las cosas equivocadas.
¿Alguna vez debería seguir lo que dicta mi corazón?
El rey Salomón dijo: "El corazón del sabio lo guía hacia la derecha,
y el corazón del necio, hacia la izquierda" (Eclesiastés 10:2). Así
como tu corazón puede guiarte hacia el odio, la lujuria y la
violencia, también puede ser impulsado por el amor, la verdad y la
bondad. A medida que camines con Dios, Él colocará en tu corazón
los sueños que quiere cumplir en tu vida. Además, pondrá destreza
y capacidades que quiere desarrollar para su gloria (Éxodo 35:30-
35). Te concederá el deseo de dar (2 Corintios 9:7) y de adorar
(Efesios 5:19). A medida que le des el primer lugar a Dios, Él
intervendrá y concederá los buenos deseos de tu corazón. La Biblia
dice: "Pon tu delicia en el Señor, y Él te dará las peticiones de tu
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corazón." (Salmo 37:4). El único momento en el que puedes
sentirte bien al seguir tu corazón es cuando sabes que está
decidido a servir y agradar a Dios.
¿Por qué no es suficiente seguir mi corazón?
Como nuestro corazón está tan sujeto al cambio y no se puede
confiar en él, las Escrituras comunican un mensaje mucho más
fuerte que "sigue tu corazón". La Biblia te instruye a guiar tu
corazón. Esto significa hacerse totalmente responsable de su
condición y su dirección. Debes darte cuenta de que sí tienes el
control del lugar en el que está tu corazón. Dios te ha dado el
poder de quitarlo de un lugar y ponerlo en otro. Los siguientes
versículos comunican un mensaje sobre cómo guiar tu corazón:
Proverbios 23:17 "No envidie tu corazón a los pecadores".
Proverbios 23:19 "Dirige tu corazón por el buen camino".
Proverbios 23:26 "Dame, hijo mío, tu corazón, y que tus ojos se
deleiten en mis caminos".
1 Reyes 8:61 "Estén, pues, vuestros corazones enteramente
dedicados al Señor nuestro Dios".
Juan 14:27 "No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo".
Santiago 4:8: "Purificad vuestros corazones".
Santiago 5:8 "Fortaleced vuestros corazones".
¿Cómo guío mi corazón?
En primer lugar, es necesario que comprendas que tu corazón está
donde se encuentra tu tesoro. Tu corazón se volcará a lo que le
dediques tiempo, dinero y energía. Esto era cierto antes de casarte.
Escribías cartas, comprabas regalos y pasaban tiempo juntos como
pareja, y tu corazón iba detrás. Cuando dejaste de invertir tanto en
la relación y comenzaste a dedicarte a otras cosas, tu corazón te
siguió. Si hoy no estás enamorado de tu cónyuge, quizá se deba a
que ayer tu interés dejó de estar allí.
Examina tu corazón. Una de las claves para guiar con éxito tu
corazón es estar permanentemente consciente de dónde se
encuentra. ¿Sabes en dónde está tu corazón en este momento?
Puedes darte cuenta si observas en qué has invertido tu tiempo
durante el último mes, adonde ha ido tu dinero y los temas de los
que hablas constantemente.
Protege tu corazón. Cuando algo poco saludable tienta tu corazón,
es tu responsabilidad protegerlo contra la tentación. La Biblia dice:
"Por sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque de él mana la
vida" (Proverbios 4:23 NVI). No dejes que tu corazón coloque el
dinero o el trabajo por encima de tu cónyuge y tu familia. No dejes
que tu corazón codicie la belleza de otra mujer (Proverbios 6:25).
La Biblia dice: "Si se aumentan las riquezas, no pongáis el corazón
en ellas" (Salmo 62:10 RVR1995).
Concentra la atención de tu corazón. El apóstol Pablo enseñó:
"Concentren su atención en las cosas de arriba, donde está Cristo
sentado a la derecha de Dios" (Colosenses 3:1-2 NVI). Es hora de
identificar en dónde es necesario que esté tu corazón y luego
decidir que concentrarás su atención en esas cosas. Quizá digas:
"Pero en realidad no quiero invertir en mi matrimonio. Preferiría
hacer esto o aquello". Lo sé. Has puesto el corazón en eso en el
pasado y estás atascado con una mentalidad de "seguir el corazón".
Sin embargo, ya no tienes que dejar que tus sentimientos te guíen.
La codicia es poner el corazón en algo prohibido y que está mal.
Puedes elegir quitar tu corazón de las cosas equivocadas y
concentrar su atención en lo que está bien.
Haz una inversión de corazón. No esperes a tener ganas de hacer lo
correcto. No esperes a sentirte enamorado de tu cónyuge para
invertir en la relación. Comienza a volcarte a tu matrimonio y a